Autor: admin

La carrera de sapos

Era una vez una carrera… de sapos. El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos. Comenzó la competencia. Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era: – ¡Que pena! Esos sapos no lo van a conseguir… no lo van a conseguir. Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba gritando: – ¡Que pena! Ustedes no lo van a conseguir. Y los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo aquel sapito que seguía y seguía tranquilo, y ahora cada vez más con más fuerza. Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente en contra de todos, seguía. Llegó a la cima con todo su esfuerzo. Los otros querían saber qué le había pasado. Un sapito le fue a preguntar cómo él había conseguido concluir la prueba. Y descubrieron que… ¡Era sordo! ¡No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativos derrumben las mejores y más sabias esperanzas de tu corazón! ¡Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas! Moraleja, sé siempre SORDO cuando alguien te diga que no puedes realizar algún...

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Un buda – Pez y mono

– Estuvo Laura ayer en casa. ¿Cuánto hace que estás, así acá? – No se. Un tiempo. – ¿Qué, qué vas hacer? – ¿Con qué? – De tu vida. – No escapar más. – Pero que, ¿qué vas a hacer para vivir? digo. – No importa. – Yo no puedo creer que esté a esta hora acá preguntándote esto, no lo puedo creer. – ¿Damos una vuelta? – ¿Una vuelta? Son las 3 de la mañana. – Dale. Vos, ¿sos bueno? – ¿Qué escuchaste? – ¿Tenés miedo a la locura? – No, generalmente no. Hoy, hoy un poco. – ¿Vos? – Siempre tuve. Pero ya no. – ¿No es peligroso esto, chico? – No. – ¿Estás comiendo bien vos? – ¿Cómo explicarte? – ¿Explicar qué? ¿Comés o no comés? – No se si puedes ver lo bueno, del ayuno. – Pero no estás en el Tíbet hermano, esto es Buenos Aires. Naciste acá, fuiste educado de una manera, tu cuerpo fué alimentado de una forma. No puedes cortar la alimentacion así no más. – No se trata de comer, o no comer. Existen otras fuentes. – Dejame de romper las pelotas Tomás. Te cortaron la luz…La fuente no te lleva a pensar que quizás estás un poquito equivocado. – Nunca sentí tanta tranquilidad, tanta dulzura. – Disculpame pero yo te veo así y te veo hundiéndote. – El mono...

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El mito de la diosa Fortuna

Quiero compartir el mito de la diosa fortuna con ustedes… Zeus, el capo del Olimpo, era un poco promiscuo: se acostaba con lo que pasaba. De sus amores con una mujer nació una hija llamada Fortuna. Con el correr de los años, Fortuna se convirtió en la preferida de Zeus. Entonces, Zeus decidió armar un plan para tener a Fortuna siempre cerca. Y le pidió a Mercurio que le enseñara a correr. Mercurio le enseñó a correr hasta que, ya adolescente, Fortuna corría más rápido que cualquier humano, e incluso, más rápido que el mismo Mercurio. Fue ahí cuando...

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La piedra en el camino

El distraído tropezó con ellaEl violento la utilizó como proyectilEl emprendedor, construyó con ellaEl campesino, cansado, la utilizó de asiento.Para los niños, fue un jugueteDrummond la poetizóDavid, mató a GoliatY Miguel Ángel le sacó la más bella escultura En todos estos casos,¡la diferencia no estuvo en la piedra sino en el hombre! No existe «piedra» en tu caminoque no puedas aprovechar para tu propio crecimiento....

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