Autor: admin

– ¡Bonito coche! – Deberías ver el otro. – Ha hecho lo que la policía no ha sido capaz. – Uno no puede tomarse la justicia por su mano. – Bueno, al menos ha hecho algo. – Bruce echame un cable, anda. – Verás, un hombre que se viste de murciélago, tiene que ser un loco. – Ohh, pero ha metido a Falcone entre rejas. – Y ahora la policía quiere detenerle a él. ¿Eso no te da qué pensar? – Están celosos. – ¡Ja! – Señor , la piscina es ornamental, y sus amigas no llevan ropa de baño. – Verá, es que… son europeas. – Voy a tener que pedirle que se vaya. Señor, no es cuestión de dinero. – Escuche. Voy a comprar este hotel y… también cambiaré las normas de la … zona de la piscina. – Creo que el hombre murciélago merece una medalla. – Y una camisa de fuerza para colocarla. – Buenas noches. Adios – Toma, cómprate algo bonito. – Muchas gracias señor. – ¿Bruce? – ¿Rachel? – Había oido que habías vuelto. Estás empapado. – Me he dado un baño. ¡Vaya Rachel! Me alegro de verte. – Ha pasado mucho tiempo – Lo se. ¿Qué tal va todo? – Igual. Y el trabajo cada vez peor – No puedes cambiar el mundo tú sola, ¿sabes? – ¿Qué le vamos a hacer?...