Mi mano, mi mano derecha… ha escrito muchos poemas que yo compongo. Y mi mano izquierda no ha escrito ningún poema.
Pero mi mano derecha no piensa: «Mano izquierda, tú no sirves para nada.»
Mi mano derecha no tiene ningún complejo de superioridad, y por eso es muy feliz. Y mi mano izquierda no tiene ningún complejo de inferioridad.
Por lo tanto en mis manos existe un tipo de sabiduria conocida como sabiduría de no-discriminación.
Recuerdo que un día estaba golpeando un clavo. Mi mano derecha no estaba muy firme, y en lugar de darle al clavo me golpeé un dedo. Dejé el martillo para que la mano derecha cuidara de mi mano izquierda con mucho cariño, como cuidándose a si misma.
Sin embargo no le dice: «Mano izquierda, sabes que yo, la mano derecha he cuidado de ti, tienes que recordarlo y debes regresarme ese favor en el futuro» ¡Ellas no piensan así! Y mi mano izquierda no le dice: «Mano derecha me has hecho mucho daño, ¡dame el martillo! ¡Quiero justicia! Porque ambas saben que están unidas y son iguales.
Thich Nhat Hanh
Tomar consciencia de la interrelación entre todas las cosas provoca un cambio fundamental. Saber que se forma parte de un Todo cambia la forma en que nos relacionamos con todas las cosas.