No hay nada más peligroso que enamorarse de una idea.
No sabes a dónde te llevará, no sabes cómo terminará todo.
No sabes si la idea te corresponderá o peor aun, no sabes si al final, por enamorarte de esa idea, dejaste pasar a la que era adecuada para ti.
No temas.
Enamorarse, a fin de cuentas, siempre será la mejor apuesta de tu vida.
Anónimo