Cuando llega el invierno, los árboles deben de suspirar de tristeza al ver como caen sus hojas. Dicen: «Jamás volveremos a ser como antes». Claro que no. De otro modo, ¿Cual sería el sentido de la renovación?. Las siguientes hojas tendrán su propia personalidad, pertenecen a un nuevo verano que se acerca.

Vivir es cambiar, y las estaciones nos repiten esta lección todos los años. Si tenemos un poco de paciencia, la primavera siempre llega y olvidamos el invierno de nuestra desesperación.

Cambio y renovación son leyes de vida. Es bueno acostumbrarse a ellas, y no sufrir por cosas que solo existen para traernos alegrías.

 

Paulo Coelho