Cuando vives sin hacerte preguntas,
tu vida la conducen las respuestas ajenas.

Renuncias a tu propio aire,
despliegas tus velas a brisas,
ventoleras y huracanes de otros
y pierdes tu propio rumbo.

Y al final descubres que vas
hacia donde ellos te quieren llevar

 

Ángela Becerra
Ir o dejarse llevar