El ganador es siempre parte de la solución.
El perdedor es siempre parte del problema.

El ganador siempre tiene una meta.
El perdedor siempre tiene una excusa.

El ganador dice: «yo te puedo ayudar a hacerlo».
El perdedor dice: «ese no es mi trabajo».

El ganador encuentra una solución para cada problema.
El perdedor encuentra un problema para cada solución.

El ganador dice: «puede ser difícil pero es posible».
El perdedor dice: «puede ser posible pero es muy difícil».

El ganador es osado, toma riesgos y asume desafíos.
El perdedor es temeroso, no se arriesga y teme a los desafíos

Cuando el ganador comete un error dice: «estaba equivocado».
Cuando el perdedor comete un error, dice: «no fue mi culpa»

El ganador dice: «soy bueno, pero no tan bueno como pudiera ser».
El perdedor dice: «no soy tan malo como son otras personas»

El ganador siente responsabilidad más allá de su trabajo.
El perdedor dice: «yo solo cumplo con mi trabajo»

El ganador convierte las amenazas en oportunidades.
El perdedor ve las oportunidades como amenazas.

Al final los perdedores se convierten en meros espectadores del éxito de los triunfadores.