Un hombre y su esposa viajaron al zoológico. Encontraron un mono que jugaba apasionadamente con su hembra. Su esposa le dijo: «qué romanticismo».

Luego, encontraron un león y su leona separados el uno del otro; el león silencioso y solo en su esquina como si la leona no existiera. Su esposa le dijo: «qué triste escena sin amor».

Su marido le dijo entonces: «tira esa piedra hacia la leona y observa». Cuando ella la tiró, el león saltó rugiendo para defender a su leona.

Volvieron a ver a los monos y ella hizo lo mismo tirando una piedra; el mono saltó entonces y abandonó a su hembra para salvar su pellejo.

Su marido le dice luego: «no te dejes engañar por lo que ves como romanticismo en algunos, muchas veces es una apariencia engañosa que esconde un corazón vacío; hay otros por el contrario que no muestran nada, pero sus corazones están llenos de amor sincero».

Lamentablemente hoy en día tenemos tantos monos, y tan pocos leones.