En aquellos discípulos Hu-Ssong dijo a su tiempo:

-Lo mejor de la primavera es esperarla. La primavera es una promesa que se cumple siempre, y la certidumbre de su llegada es en sí misma una primavera.

Le preguntó un alumno:

-Maestro, ¿y el invierno?

-Es el anuncio de la primavera -respondió el maestro-, del mismo modo que la muerte es el anuncio de una nueva vida.

Aquel día era de los más crudos del invierno. Soplaba un viento frío; caía la cellisca. Las palabras de Hu-Ssong, sin embargo, pusieron en el corazón de los discípulos una anticipada primavera.