Cuanto más se habla,
cuanto más se piensa,
más lejos se está [de la Vía].
La Vía es la Vida, una realidad fluyente en continua transformación.
Las palabras y las categorías mentales son representaciones simbólicas, daguerrotipos congelados que tratan de aprehender un fluido vivo. El mapa no es el territorio.
Cuanto más se identifica la mente con sus propias creaciones, más se aleja la conciencia de la verdadera realidad.
Los sabios occidentales siguen el principio cartesiano “pienso, luego existo”. Los sabios orientales siguen el principio “no pienso, luego vivo”.
La vida es la condición sine qua non del pensamiento. Sin embargo, el pensamiento no puede aprehender la infinita complejidad de la vida ni puede atraparla en las redes de sus construcciones simbólicas. La realidad siempre está más allá que el símbolo que trata de representarla.
La Vía no está lejos ni cerca. Es esto que está siendo a cada momento.
Si piensas sobre ello ya lo has perdido, porque la Vía no es algo que pueda ser pensado. Sólo vivido.
Dokushô Villalba
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