– Soy Tokiyori.

– Soy Dogen del tempo Eihei.

– Le he mandado llamar porque necesito preguntarle algo.

– ¿Qué desea saber?

–  He oído que ha vuelto de China con la verdadera enseñana del Buda. Dígame, ¿de qué se trata?.

– Se trata de la verdadera y auténtica enseñanza de Buda que ha sido transmitida de generacion en generacion, sin interrupción.

– Eso es lo mismo que afirman las otras escuelas.

– La recitación o la lectura de sutras carece de importancia, así como la invocación del nombre del Buda. Eso no fué lo que enseñó el Buda.

– ¿Cuál es la práctica en su escuela?.

– Sólo sentarse. Nos sentamos una y otra vez.

– ¿Cómo puede el Budismo ser realizado con sólo sentarse sin hacer nada?

– Señor Tokiyori, su pregunta es como vivir en el océano y pretender que no hay agua.

– ¡Qué!

– En primavera, flores. En verano el canto del cucú. En otoño, la claridad de la luna y en invierno, la nieve fría.

– En primavera, flores. En verano el canto del cucú. Dogen, eso es demasiado obvio.

– Ciertamente es obvio. Las cosas son como son. Ver las cosas como verdaderamente son: ¡eso es la iluminación!. Zazen nos permite ver el agua en el vasto océano. Y sin embargo, hasta que no realizamos la naturaleza de Buda, no vemos el agua que hay en el vasto océano.

 

Zen (2009)